Descripción
Con frecuencia los críticos esculcan en la biografía de los escritores para encontrar el personaje o la anécdota real detrás de la trama literaria, pues es un lugar común afirmar que los autores siembran sus obras de ficción de rasgos autobiográficos. Ésta es una autobiografía en la que el autor tiene la coquetería de anunciarnos, desde el epígrafe, que no es necesariamente la historia real sino que está mediada por la memoria. Una afirmación que parece advertir que las memorias están atravesadas por la ficción. A medida que se recorren sus páginas, los lectores se van convenciendo de que es así cuando ven cómo se impone tan radicalmente su verdad, como sólo puede hacerlo la buena literatura; que los deslumbra como sólo puede hacerlo el arte, no la realidad. Por eso, el lector está dispuesto a creerle al autor, sin la menor vacilación, que un fauno trasnochado se sube al tranvía en la fría Bogotá de los años cuarenta, y que los demás pasajeros están dispuestos a aceptarlo
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